Pasajes de bendición que aseguró el autor, Rabenu Shimshón Jaím Najmani, z´l, extraídos de su petición y súplica en la introducción de sus libros:
“A mis queridos hermanos, compañeros y alumnos; pongan mi nombre en sus labios para elevarlo, y quizá así sea recordado en vuestras bocas después de mi muerte. Esto es lo que les ruego con diez términos de súplica. Y así, que el Dueño de las Recompensas se los retribuya con vida buena, larga, y abundancia a ustedes, los que hacen buenas acciones”.
“Con esos diez términos de súplica, les pido que elijan cualquiera de estos nuevos conceptos -aquel que favorezca a sus ojos, especialmente después de mi fallecimiento-, de modo que el estudio de estas palabras, sirvan para limpiar mi alma y purificar mi espíritu. Y sea para ustedes como tzedaká, ya que sus buenas acciones serán como alimento en este mundo y puedan saciarse en el Mundo Venidero. Y que el Dueño de las Recompensas les retribuya este mérito con bien, con hijos, vida sana y sustento bueno, por la verdadera bondad que hacen”.
“Que sus ojos vean a los hijos de sus hijos como brotes de olivo alrededor de sus mesas; que sean sabios y eruditos en casas llenas de todo lo bueno. Y que tanto la riqueza como el honor nunca se aparten de su descendencia”.
Rabenu Shimshón Jaím Najmani, z´l,
“A mis queridos hermanos, compañeros y alumnos; pongan mi nombre en sus labios para elevarlo, y quizá así sea recordado en vuestras bocas después de mi muerte. Esto es lo que les ruego con diez términos de súplica. Y así, que el Dueño de las Recompensas se los retribuya con vida buena, larga, y abundancia a ustedes, los que hacen buenas acciones”.
“Con esos diez términos de súplica, les pido que elijan cualquiera de estos nuevos conceptos -aquel que favorezca a sus ojos, especialmente después de mi fallecimiento-, de modo que el estudio de estas palabras, sirvan para limpiar mi alma y purificar mi espíritu. Y sea para ustedes como tzedaká, ya que sus buenas acciones serán como alimento en este mundo y puedan saciarse en el Mundo Venidero. Y que el Dueño de las Recompensas les retribuya este mérito con bien, con hijos, vida sana y sustento bueno, por la verdadera bondad que hacen”.
“Que sus ojos vean a los hijos de sus hijos como brotes de olivo alrededor de sus mesas; que sean sabios y eruditos en casas llenas de todo lo bueno. Y que tanto la riqueza como el honor nunca se aparten de su descendencia”.
Rabenu Shimshón Jaím Najmani, z´l,